martes, 15 de febrero de 2011

te quiero

En realidad, soy transparente.

Descubrirías que me gustan los pequeños detalles, si te hubieras fijado en que jamás tuve los ojos grandes. Y si abrieras el primer cajón de mi escritorio, entenderías todas aquellas cosas que quedaron por decir, e incluso si te atrevieras a abrir el armario blanco de la cocina, sabrías que me encantan las galletas de chocolate.

Puede que si cogieras mi reproductor de música, entendieras la banda sonora de mi vida, e incluso es probable que si un día miraras la papelera de mi habitación, te asustaras al ver todos los gritos que he callado.

Llega hasta mi parque, siéntate a mi banco, y sabrás las mil cosas que nunca me atreví a contarte. Coge mis pinturas, y entenderás que mis dibujos siempre hablan de mí, incluso cuando a ti te parecen tan solo garabatos de locura.

Pon el ojo en mi cámara y mira el mundo a mi manera, puede que así comprendas todos mis miedos.

Ve, coge mi álbum de fotos y sabrás de qué hablo, cuando digo que no podría vivir sin mis recuerdos.



Pasa el dedo por mis uñas, así quizás entiendas que soy frágil y me consumen los nervios, o simplemente cierra los ojos, pon las manos en mis mejillas y sabrás si la vergüenza ha desaparecido. Acércate a mi cuello y él te hablará de mis sensaciones, cógete a mis alas y descubrirás de qué están hechos mis sueños? Pero si quieres, olvídate de todo lo demás, y sólo mírame a los ojos

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